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La vigencia política de Morena. Reflexiones sobre el partido-movimiento

por Gustavo Alberto Arnaud Franco    8 de agosto de 2021

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A pesar de los grandes avances que ha tenido Morena desde que se constituyó como partido político en el año 2014, e incluso después de haber alcanzado la presidencia de la República en el 2018 y diversas gubernaturas en el 2021, este organismo político requiere consolidarse y fortalecer su identidad no sólo como partido, sino también como movimiento social, si es que pretende seguir vigente a través del tiempo. Para esto requiere no ser solamente un partido electorero, sino estar permanentemente activo a través de acciones y estrategias que propicien la participación de sus militantes. Para mantenerse vigente Morena debe desarrollar formas de acción continua, estrategias planificadas para el corto, mediano y largo plazo; participar en foros y organizar comunidades con el objetivo de resolver problemáticas; cuestionar, debatir y proponer.  Igualmente tiene que incrementar la comunicación interna, la democracia y la transparencia, al mismo tiempo que promueva la unidad político-ideológica.

En tanto partido-movimiento comprometido con la sociedad, su base social crecerá sólo si se siguen los principios que le dieron origen y si se respeta el estatuto vigente. Si esto se cumple, los ciudadanos querrán sumarse y estarán dispuestos a aportar su tiempo y esfuerzo para el beneficio colectivo, pues se sabrán parte de una organización democrática y respetuosa que busca un México más justo, solidario e igualitario; o dicho en otras palabras, una organización que intenta alcanzar el bienestar colectivo a través del cambio verdadero en lo político, económico, social y cultural, siguiendo siempre principios éticos.

Para mantenerse vigente Morena requiere estar en contacto permanente con la sociedad, interactuar con ella y aportar una nueva visión de país y un proyecto claro que indique tanto lo que se desea alcanzar como la ruta para lograrlo. Por ello es importante enfatizar la visión que se tiene sobre la Cuarta Transformación y sus implicaciones de cambio en el pensamiento y la cultura de todos los mexicanos. En este sentido, para concretar la Cuarta Transformación se requiere una revolución de las conciencias, que implica la suma de voluntades individuales que son fruto de diferentes sujetos con distinta preparación escolar, diversos niveles económicos, diferentes saberes, experiencias de vida y procedencias. A todos habrá que atenderlos por igual, con el fin de formarlos en una ideología de respeto y solidaridad en la que se privilegia el bien común sobre la individualidad.  Esta educación podrá hacerse efectiva a través de diferentes vías. Una de ellas será, como ya hemos indicado, a través de la movilización misma, porque cuando la gente se moviliza y reflexiona sobre los motivos y alcances de su movilización, se halla también en un proceso formativo similar al que existe cuando se involucren con las demandas sociales de la población. Es importante ser activos y solidarios, porque con ello nos convertimos en un imán para otras personas que, deseosas también aportar, se sumarán al movimiento.

Morena se fortalecerá aún más cuando sus militantes y simpatizantes se identifiquen, se solidaricen y se involucren con las problemáticas sociales. Y es justo por ello que dichos militantes requieren mayor capacitación para conformar cuadros de acción calificados, lo que obliga a promover su formación política a través de cursos, talleres, seminarios y círculos de estudio, de tal manera que dominen diferentes temáticas sociales, económicas y ambientales —además de conocimientos políticos fundamentales— para asegurar que estén siempre en condiciones de debatir con argumentos sólidos y convincentes.

Dada la importancia de la movilización, habrá que planificarla buscando alcanzar metas concretas que sirvan de motivación a quienes participan, para que aflore así un sentimiento de satisfacción interior como resultado del trabajo cumplido. Es importante tener claro que no sólo se deben buscar metas políticas en procesos electorales, sino privilegiar acciones para alcanzar el bienestar social tanto a nivel local como regional, logrando así que quienes participen en la movilización se sientan satisfechos con su aporte a la sociedad.  Es por esto que hay que implementar estrategias concretas para sumar a los jóvenes a la revolución de las conciencias, ya que éstos son particularmente sensibles a las problemáticas sociales. Los foros y debates, organizados con el fin de que ellos no sean simples actores pasivos escuchando propuestas sino voz activa y reconocida, es parte esencial para su inclusión en el movimiento y el desarrollo de su capacidad organizativa.

Morena requiere adquirir un mayor contexto social que implica siempre involucrarse con las comunidades. Para ello es importante evitar cualquier clase de imposición que pretenda indicarle a la gente lo que debe hacer; por el contrario, necesitamos inculcar y promover la democracia comunitaria participativa, para que sean las propias comunidades quienes descubran y propongan las acciones a seguir. En los barrios, colonias, pueblos y municipios la gente sabe lo que les hace falta, sin embargo, en muchos casos no saben cuáles son las causas de lo que padecen ni quiénes son los responsables de sus problemáticas, de ahí que sea tan importante desarrollar la conciencia y análisis de lo que están viviendo, a fin de que las propuestas que surjan de la participación comunitaria respondan a esa realidad.  Habrá que dar acompañamiento a su organización con asesorías y formación política. Es cierto que las comunidades pueden movilizarse por sí solas, pero también lo es que frecuentemente tienen dificultades para organizarse. Es cierto que la organización de la comunidad parte de lo inmediato, y es entonces que se moviliza, pero la garantía de la continuidad de esa movilización radica en el desarrollo de su organización y en la capacidad de dirección que posean. Es aquí que Morena puede ayudarlos con el desarrollo de trabajo ideológico, para que las aspiraciones de la gente adquieran un carácter político y transformador.

Es preciso que las propuestas emanadas desde la comunidad sean concretas, comprensibles y oportunas, porque la participación será efectiva sólo cuando esté motivada en torno a propuestas que busquen resolver problemas inmediatos como lo son los de carácter económico, de salud, de seguridad o cuestiones tales como la disponibilidad de agua.

Para mantener vigente a Morena en todo el país se requiere de la participación efectiva de la estructura orgánica del partido en los estados, para lo cual es imperativo que los Comités Ejecutivos Estatales tengan interacción constante con los militantes a través de reuniones y foros en los que se planifique, discuta y se propongan las estrategias a seguir y las movilizaciones a realizar.  Es preciso enfatizar que primero se requiere organizar para después movilizar, y en una buena organización se contempla la formación de comisiones y el nombramiento de representantes de las mismas, quienes deberán informar periódicamente de sus actividades y resultados. Con esto, el movimiento de las bases deberá estar profundamente organizado, para lo cual —como hemos indicado— se requiere analizar la realidad que se plantea abordar, describir los métodos de trabajo a seguir, distribuir las tareas de acuerdo a capacidades y garantizar el cumplimiento de los principios de Morena en todas las actividades.

Al ser transparentes y privilegiar la comunicación al interior del partido se genera confianza y convicción entre los militantes, lo que se traduce en responsabilidad de luchar por el interés común. Es por ello que resulta necesario disponer de instrumentos de comunicación para los militantes y simpatizantes, los cuales puedan ser distribuidos entre la sociedad en forma de periódico (como Regeneración), boletines, carta informativa o revista (como Conciencias) con el fin de mantener a la población siempre informada de las actividades realizadas, de los logros alcanzados, de las metas y tareas por desarrollar, y de las definiciones ideológicas necesarias para toda organización política.

Para que Morena siga siendo percibido como un partido-movimiento con compromiso social y por tanto de referencia para las demandas de las comunidades y de la sociedad en general, requiere renovarse continuamente, ser claro en sus posicionamientos, objetivos, acciones y en su visión de futuro, privilegiando siempre el bienestar común por sobre el individual. Sólo así Morena podrá mantener su vigencia a través del tiempo.

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