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opinión

revolución de las conciencias

4T

Lo irreversible de la revolución de las conciencias

por Raudel Méndez Sosa     Mayo 6 de 2022

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El concepto de irreversible impulsado políticamente por el presidente Andrés Manuel López Obrador en su tercer informe de gobierno (como otros tantos conceptos más que tendrán que ser estudiados por la ciencia política), está inherentemente unido a la idea de la revolución de las conciencias, una suerte de metanoia (meta=más allá; y nous=nous) que para el ámbito primitivo cristiano es lo que se llamaba «conversión», que significa darle otro rumbo o sentido a la vida, cambiar nuestra cosmovisión, nuestra forma de ser en el mundo, de estar en el mundo y de hacer el mundo. Esto hoy, en México, es sin duda algo irreversible.

El neoliberal Leo Zuckermann, sin embargo, afirma que esto es algo que no se puede medir y tiene razón, pues no es posible determinar el grado de avance en lo cualitativo; en cambio, en lo cuantitativo, sí se puede.

Si vemos el número de funcionarios corruptos de alto nivel (los escalones de arriba), tenemos una estadística que difiere diametralmente de las administraciones anteriores (plagada de ladrones, estafadores y delincuentes organizados). Hay datos duros: el hecho de no habernos endeudado durante la pandemia o la aprobación del presidente cercana al 70%, son datos que hacen parte de la revolución de las conciencias, pues muestran que en la conciencia ciudadana ésta está de acuerdo en que endeudarse no es el camino (aunque empresas como Elektra y Coppel, o Liverpool y El Palacio de Hierro, tengan endeudado al pueblo). En lo general, entonces, ya hay claridad de que endeudarse en las instituciones públicas no es el camino (como con el Fobaproa), hay convicción de que eso no debe volver a ocurrir jamás. Se trata de un aprendizaje perenne para la sociedad, que contrasta con lo que hizo Japón en esta pandemia, llevando a cabo su propio Fobaproa, o con lo que sucede en España con las tarifas eléctricas.

Ahora bien, ¿por qué este proceso de cambio es irreversible? ¿Dónde radica la posibilidad de su irreversibilidad? Hay que decir que lo irreversible es una posibilidad, no un hecho, es algo que puede ser consistente, pero que aún no lo es, y no lo es porque es un proceso social, no es algo dado ni programable. Es un proceso de vida, de formación. De esta manera, para que haya revolución de las conciencias se requiere formación de las conciencias, y éste es un proceso claramente ético que debe decantar en un cambio cultural, en un cambio en la forma de hacer política: un cambio de vida. Y la vida cambia cuando las personas, familias e instituciones transforman (convierten) sus procesos de toma de decisiones, su manera de elegir; por ejemplo, la convicción de dejar el machismo y sumarse de manera definitiva al respeto y la igualdad de todos en la familia. Pero para ello se requiere una verdadera revolución en la conciencia de todos, y todos debemos aportar, no lo puede hacer solo la madre o las hijas, pues si el padre y los hijos no se suman esto nunca será una realidad. Se requiere de bases profundas en la conciencia y en la manera de actuar de cada miembro de la familia.
Justo esas bases (casi irreversibles) son las que López Obrador expuso en su tercer informe de gobierno, con las que contamos para impulsar la revolución de las conciencias (diciendo claramente «lo hicimos entre todos», nunca dijo «yo lo hice»). Está cambiando la mentalidad del pueblo, eso es lo más importante, lo más cercano a lo esencial, y eso es también lo más cercano a lo irreversible, lo dijo textualmente. Así como el machismo en las familias, sociedad e instituciones, debemos dejar el camino de la corrupción, el robo, la mentira y la traición.

¿Qué sigue? ¿Qué esperar? Lo que sigue es que una vez puestas las bases, se empiece a construir con formas diferentes. Por ejemplo, hoy en día se acusa al gobierno de militarización, pero el trabajo de los militares es sirviendo al pueblo: los soldados están trabajando para el pueblo, a su servicio, y militarizar es cuando las armas se disparan en las calles y mueren inocentes, no como ahora que se cuida al ciudadano y al ejército mismo. Además, por primera vez en la historia de nuestro país, como en sus inicios querían los zapatistas, hemos comprendido que para que no sean necesarios los soldados, para que no necesitemos soldados para una guerra, es importante tener gobiernos amigos en todo el mundo; y es lo que también ha sucedido. Todo esto es un cambio y por eso la oposición reacciona, porque no quieren el cambio, sino hacer las cosas como siempre se han hecho (robando, mintiendo y traicionando). Lo que ellos quieren es un cambio donde nada cambie, pero la 4T no es eso, sino un cambio verdadero en donde los soldados, el servicio militar se efectúa sirviendo a la nación, no preparándose para una guerra.

El cambio verdadero ha sido siempre la propuesta obradorista, y hacia su irreversibilidad debemos conducirnos. ¿En que basa su poderío los Estados Unidos? ¿En la empresa o la ciencia? Denisse Dresser yerra: Estados Unidos basa su poder en la militarización impulsada por todo el mundo, ellos sí militarizan, no como en México; su ejército es para invadir, no para servir; para llevar «democracia» a otras latitudes, no para que el pueblo reciba beneficios. Por eso Zuckermann se equivoca al decir, de forma pésima, que en México no hay tanques en las calles, pero hay retroexcavadoras, un pésimo argumento con el que no logra ver la diferencia. Es parte de una oposición cegada, cuya ceguera pareciera ser  también irreversible, negada a ver la diferencia entre ellos y nosotros, la Cuarta Transformación.

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